Sabrina y la moral adolescente.
Seguro muchos de ustedes no
han crecido ni conocen a Melissa Joan Hart, ella era una actriz adolescente de
fines de los años 90´s e inicios de los 2000´s conocida por la serie “Clarissa
lo explica todo” pero más que nada conocida por la serie “Sabrina, la bruja
adolescente”.
Esta es una comedia romántica
llena de situaciones que a veces rallan en lo ridículo pero que tienen un
motivo interesante. Pero hay más que sólo risas en esta serie que analizaremos.
La serie narra la vida de
Sabrina Spellman, una adolescente que vive con sus tías y su gato; a los 16
años sus tías le revelan que ella es mitad bruja (padre brujo y madre mortal) y
que debe aprender a manejar sus poderes. Pero Sabrina no es como Harry Potter,
ella no va a una escuela de magia, sino que sigue su vida de adolescente
llevando su vida mágica oculta y siendo instruidas por sus tías.
Aquí es donde se vuelve
interesante, Sabrina representa los deseos y emociones de un adolescente común:
el egocentrismo, la ingenuidad y el facilismo; la magia se vuelve el vehículo
con el cuál lograr todo esto rápidamente. Sus tías representarían, según el
psicoanálisis, al Ello (Hilda) y al Superyo (Zelda) y ambas se encargan de dar
las normas morales y límites que debe respetar Sabrina, su gato (que vale decir
que es un hombre condenado a ser gato) representa por momentos a Sabrina o a
sus tías según convenga la trama.
Sabrina debe lidiar con todas
las dificultades de la vida adolescente: los estudios, rivalidades, amores,
disciplina, el reconocimiento, la autovaloración, etc. y en cada capítulo se
resume de la siguiente manera, inicia con una introducción que nos hablará del
tema del capítulo, luego vendrá las normas y reglas de vida (la moral) que le
enseñan sus tías, sigue el conflicto de la trama que se origina cuando Sabrina
viola estas reglas para satisfacer sus deseos adolescentes, seguido de las
consecuencias propias de violar el orden moral que termina afectando su mundo y
relaciones, y finaliza con una solución inteligente de la muchacha acompañada
por una aprendizaje y reflexiones morales.
Sabrina marcó una generación
de adolescentes no sólo por lo gracioso de sus tramas sino que introdujo a los
jóvenes de os 90´s a vivencias morales que vivirían o ya estaban viviendo
asumiendo una actitud diferente y tomando conciencia de actos buenos y malos
donde el respeto y el afecto eran lo más importante. Esta serie demuestra que
la magia (lo fácil e inmediato) no es el mejor camino. Si no la has visto,
anímate y cuéntame tu experiencia.
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