Autodistanciarse: el primer paso para el conocimiento personal


Una vez, una mujer estudiaba en la universidad y sus estudios estaban siendo costeados por sus padres, ella deseaba trabajar para así poder conseguir mayor independencia y autonomía, esa era su meta personal, sin embargo, cuando era llamada por los reclutadores para presentarse en alguna entrevista entraba en miedo y no iba excusándose en alguna situación fortuita, luego sentía culpa y malestar por no poder ir a una simple entrevista y siempre se vapuleaba a sí misma diciendo “¿por qué seré así? No entiendo porque no puedo superar esto”.

Seguramente tú que estás leyendo estos hayas pronunciado esas mismas palabras aunque por causas diferentes, seguramente has dicho “no sé por qué me pasa esto” o “no puedo hacerlo”. La joven de este relato no presentaba ninguna enfermedad, habilidad diferente o algún limitante que la pusiera en situación de discapacidad, sin embargo ella se sentía incapaz de hacerlo. ¿Cómo ocurre esto? Pues por falta de conocimiento de sí mismo.

El conocerse a sí mismo ha sido una de las metas del ser humano desde sus orígenes, incluso es uno de los aforismos griegos más conocidos, pues esto permite un control sobre ti y un autodominio que puedes direccionar a donde desees.

En la búsqueda de ese propio conocimiento traigo este paso sugerido por el doctor Efrén Martínez: el autodistanciamiento, que es el primero de tres pasos. Vamos a abordarlo con un pequeño juego para el cual pido que te pongas lo más cómodo que puedas y te imagines en una sala de cine a solas donde se proyectará una película únicamente para ti, en ese momento la proyección mostrará una escena de tu vida, en el ecran podrás verte a ti con todos tus gestos, tus modismos, tu forma de hablar, tus movimientos, cómo conversas, cómo expresas lo que piensas y lo que sientes, etc. Sería bueno que vayas anotando mentalmente, en una nota virtual o en el clásico papel todo lo que te llame la atención, ya sea que te haya dado risa algo, alguna particularidad, algo que no te agradó, quizá preguntas que te harías, etc.

Este ha sido un pequeño ejercicio de autodistanciamiento, es decir, que este primer paso consiste en mirar tu vida desde afuera no sólo para disfrutarla sino para analizarla, para cuestionarla; es bueno que primero anotes todas esas preguntas que surjan y luego te las respondas a ti mismo y obviamente no te permita un “no sé” pues si tú no sabes ¿a quién le preguntaríamos? Ya luego de esto hacerte nuevas preguntas a esas respuestas que hayan surgido y así sucesivamente. Es aquí la parte más difícil pues conocerse significa también reconocer motivaciones, causas, intenciones y demás que no serán fáciles, que nos dolerán, pero que al final habrá valido la pena, te darás cuenta de muchas cosas que haces y que dices y sobretodo, te darás cuenta de aquellos límites que te has puesto.

Imaginemos a la joven de ese relato haciendo este pequeño ejercicio y viéndose en esa pantalla de cine. ¿Qué podría responder ante la pregunta acerca de su falta de su “no poder”? Ya no responderá “miedo” y sobre ello habría que repreguntar “¿miedo a qué?” y continuar hasta revelar sus temores y limitaciones internas.

Sin más, te invito a esta aventura del conocimiento propi
o y que estará lleno de peligros pero también de grandes satisfacción. Si tu objetivo es lograr la mayor conquista del mundo, la que se hace sobre ti mismo, empieza por aquí y conquístate, te sorprenderás de los que puedes lograr.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Cómo escoger una carrera y no equivocarse? Part. I

¿Cómo saber que estoy sintiendo? Parte I

¿Cómo saber que estoy sintiendo? Parte II